Historia:
De la misma manera (y con los mismos procedimientos) que la
Ojrana durante el régimen zarista, de la que en cierta manera es sucesora,
durante la Guerra Fría la tarea del KGB en la Unión Soviética y los países
socialistas era supervisar exhaustivamente la opinión pública, la subversión
interna y los posibles complóts desestabilizadores en el bloque soviético. El
KGB acudió en apoyo de los gobiernos comunistas e intervino en la Revolución
húngara de 1956 y en la llamada Primavera de Praga en 1968.
Después de la revuelta húngara, el presidente del KGB Iván
Serov supervisó personalmente la "normalización" del país tras la
intervención soviética. En consecuencia, el KGB tenía seguimiento por satélite
de las poblaciones del Estado para evitar que se produjeran "actitudes
nocivas" y "actos hostiles". Sofocar la Primavera de Praga,
derrocando a un gobierno comunista con tendencias liberadoras, fue su mayor
logro.
La línea dura del KGB preparó a miembros del Partido
Comunista de Checoslovaquia, como Alois Indra y Vasiľ Biľak, para asumir el
poder tras la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia. La invasión
tuvo consecuencias para el KGB. El KGB, que actuaba respaldado por los
servicios secretos afines, recibió en esta ocasión gran respaldo de la Stasi para
controlar la situación posterior a la intervención.
El KGB había pronosticado la inestabilidad política, como
consecuencia de la ascensión al poder del papa Juan Pablo II, primer Obispo de
Roma polaco; a causa de sus sermones independentistas y anticomunistas contra
el gobierno del Partido Obrero Unificado Polaco. Sobre este tema se ha
especulado que el KGB estuvo involucrado en el atentado sufrido por el Obispo
de Roma Juan Pablo II,3 hipótesis que ex agentes del KGB como Mijaíl Lyubímov
han desmentido siempre,4 a pesar de que según algunas agencias existen
supuestas pruebas.
El Służba Bezpieczeństwa y el KGB infiltraron con éxito
espías en el recién nacido sindicato Solidaridad y la Iglesia católica y en la
operación X, en coordinación con el general Jaruzelski y el Partido Obrero
Unificado Polaco, declararon la ley marcial en Polonia. Sin embargo, la
maniobra resultó infructuosa dado el enfoque independentista y anticomunista de
Solidaridad, hecho que debilitó fatalmente el gobierno comunista de Polonia en
1989.
Operaciones
notables
Con la Operación Trust, la OGPU consiguió engañar a muchos
dirigentes rusos de la derecha, contrarrevolucionarios y miembros del
Movimiento Blanco para regresar a la URSS, donde serían juzgados. El NKVD se
infiltró y destruyó grupos trotskistas, en 1940; el español Ramón Mercader fue
el agente encargado del asesinato de Trotsky en la Ciudad de México. Una de las
medidas que utilizó el KGB fue la desinformación, como una manera de
desacreditar a los enemigos de la URSS.
En la década de 1960, gracias a información de Anatoliy
Golitsyn, desertor del KGB, el director de contraespionaje de la CIA, James
Jesus Angleton, creyó que el KGB tenía topos en dos lugares clave: el
departamento de contraespionaje de la CIA y el departamento de
contrainteligencia del FBI, a través de los que podrían conocer y controlar el
contraespionaje terrorista de EE. UU. para proteger a los agentes KGB
infiltrados y dificultar la captura de comunistas. Por otra parte, la
contrainteligencia del KGB investigó las fuentes de inteligencia extranjeras,
de modo que los espías podrían "oficialmente" aprobar a un agente
doble en la CIA como si fuera alguien de confianza. La CIA capturó a algunos de
los presuntos topos, como Aldrich Ames y Robert Hanssen.
En ocasiones, el KGB eliminó enemigos de la Unión Soviética,
principalmente desertores del bloque soviético, ya fuese directamente o para
ayudar a los servicios secretos de otros países comunistas. Uno de los casos en
los que se cree que el KGB estuvo presuntamente implicado es el accidente aéreo
en el que murió Dag Hammarskjöld en 1961. Un caso más célebre todavía en la
historia del espionaje es el supuesto envenenamiento del disidente búlgaro
Georgi Markov, a quien se le inyectó una bola de ricina mediante la punta de un
paraguas que se especula fue diseñado por el KGB, en 1978.5
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