Una de las familias más poderosas del mundo.
¿Has escuchado hablar de la familia Rothschild? Si lo has
hecho, probablemente se te vengan muchas teorías conspirativas a la mente. Que
son los más ricos del mundo, que han financiado todas las guerras y a todos los
bandos, y que, básicamente, controlan todo lo que le pasa a la humanidad desde
el siglo 18, pasando por ser la causa del Holocausto judío hasta a promover la
creación del estado de Israel. Como podrás imaginar también, no todo es cierto.
La verdadera historia
de los Rothschild
Antes de entender a la polémica familia, debemos saber que
son judíos, y como judíos, tenían una gran capacidad para el comercio, el
manejo de divisas y la administración de dinero. Y esto, más allá de ser un
mero prejuicio, tiene un origen histórico. Durante el siglo XVIII, el reinante
antijudaísmo prohibió a estas familias la compra y posesión de propiedades, con
el fin de quitarles la posibilidad de escalar en el poder. Lo que pasó fue
precisamente lo contrario. Privados de esa arista de negocio, los judíos se
perfeccionaron en el arte de los negocios y el manejo de activos, el cual les
sirvió para ir amasando fortuna y poder a través de los años.
Y es ahí donde entra Mayer Amstel Rothschild, quien nace en
1744 en un gueto judío de Frankfurt. Su expertiz en la materia hizo que, de
empezar como un aprendíz en un banco de Hamburgo terminara siendo el
«hoffaktor» -el encargado de financiar a la nobleza- del príncipe heredero
Guillermo de Hesse, financiando supuestamente las campañas militares contra la
invasión napoleónica. Se dice que, temiendo perderlo, el príncipe le entregó FOTOGRAFÍAS SURREALISTAS DE LA FIESTA 'ILUMINATI' ORGANIZADA POR LA FAMILIA ROTHSCHILD EN 1972
todo su dinero a Mayer, y él lo escondió enviándoselo a su hijo Nathan,
radicado en Londres, y fue él quien financió la campaña británica ante el
invasor. La verdad es que Guillermo de Hesse invertía de antes en el gobierno
de Reino Unido, a través de Nathan, y lo que Mayer guardó durante la era
napoleónica no fue el total de su patrimonio, si no que sólo unos documentos.
Lo que sí es verdad, es que Nathan invirtió de manera tan astuta que terminó
acumulando una riqueza mayor que la de su cliente. Era el punto de partida de
la dinastía banquera.
Con la llegada de la Primera y Segunda Guerra Mundial, la
función de estabilizador financiero de los Rothschild cesó al verse
sobrepasados por el gasto que ni ellos pudieron manejar, dándole paso a la
creación del FMI. Incluso, y en contradicción del mito que acusa a la familia
de haber «generado» el Holocausto, muchos de los integrantes fueron perseguidos
por la Alemania Nazi, perdiendo parte de su fortuna y siendo despojados de sus
bienes. Aún así, y gracias al alcance global de sus bancos, la dinastía se
mantuvo en pie.
La creación del Estado de Israel es otro mito. Durante esa
época, la dinastía había crecido, y con ello también las sedes y distintos
negocios que manejaban. Si bien hubieron entes financieros que apoyaron el
estado israelí, también hubieron otros que no. Como también pasó con los
Rothschild: no hubo un apoyo unánime.
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